La crisis sanitaria del coronavirus tendrá un impacto de enorme alcance en la economía global. Y, ante la necesidad de reconstruirla, cada vez hay más voces que piden que ese impulso incluya una perspectiva ambiental.
Un grupo de economistas, académicos, políticos y veteranos de la crisis económica de 2008, ven en la COVID-19 una oportunidad para arreglar la economía y el planeta a la vez, y a largo plazo. En una carta abierta al Congreso de Estados Unidos, este grupo de expertos pide un ‘plan verde’, es decir, estímulos y herramientas por valor de dos billones dólares para cuando el mundo haya superado esta crisis sanitaria.
Muchos de quienes defienden este ‘estímulo verde’ trabajan en las propuestas de un Green New Deal. Sus líneas de trabajo siguen las marcadas por una coalición de organizaciones de clima y justicia ambiental cuyos principios son: priorizar la salud pública, ayudar económicamente a las familias, ayudar a los trabajadores más que al cuadro directivo de las empresas, proteger los procesos democráticos y regenerar la economía. Este último punto es en el que se ha desarrollado el estímulo verde.
En concreto, estos expertos ven en este momento una oportunidad para acelerar la transición energética y, a corto plazo, condicionar la ayuda que muchos sectores están pidiendo, como la aviación, a medidas de reducción de emisiones.
Ante la acusación de querer aprovechar la crisis sanitaria para adoptar las premisas de un Green New Deal, estos economistas contestan: “Algo claro que ha revelado la pandemia del coronavirus es lo injusto que es nuestro país. Esto es una oportunidad para arreglar eso”.