El grupo de trabajo ‘Agua y economía circular’ de Conama elabora una infografía en la que se explica qué es la economía circular y cómo se aplica al sector hidráulico
El ciclo del agua y la economía circular son dos conceptos que, aunque no lo parezca a simple vista, tienen mucho en común. Así lo demuestra una nueva gráfica elaborada por el grupo Agua y economía circular de Conama en el que se expresa de manera novedosa no solo las interacciones entre el ciclo natural del agua y las acciones humanas, sino de qué manera se puede mejorar la eficiencia de cada fase.
Dicha gráfica forma parte del primer capítulo del informe Agua y economía circular elaborado por el grupo y en el que se recogen, también, las principales claves de éxito y las barreras de más de 30 proyectos relacionados con el agua y la economía circular en España.
¿Cómo se relacionan el agua y la economía circular?
Tal y como puede observarse en la imagen, la gráfica se compone de dos grandes círculos integrados uno dentro del otro. El primero de ellos, representado por una gruesa línea azul, simboliza el tradicional ciclo del agua y sus etapas: las precipitaciones, la llegada del agua al cauce de los ríos, su desembocadura en el mar y la evaporación.
El segundo círculo está formado por una línea de puntos que expresa los servicios del agua y unos recuadros rojos que muestran las operaciones de planificación y gestión del agua realizadas durante el ciclo como por ejemplo: la captación, suministro, consumo, alcantarillado, etc.
De esta forma, encontramos que, entre la fase de precipitaciones y de llegada al río o mar, el ser humano realiza la planificación hidrológica, la captación del agua, el tratamiento de la potabilización, el suministro, el consumo (industrial, agrícola, en los hogares…), el alcantarillado, la depuración y el vertido. Tras ello, desde el cauce del río hasta nuevamente la precipitación, se producen dos operaciones más: la gestión de riesgos y la previsión meteorológica.
Conocer las interacciones entre el ciclo del agua y el sector hidráulico de manera sencilla es muy importante, ya que permite evaluar en qué puntos se puede aplicar la economía circular y de qué manera se puede colaborar con otros sectores.
Mejorar la eficiencia y colaborar con otros sectores
Siguiendo esta última afirmación, el grupo de expertos de CONAMA, ha identificado de color verde en la gráfica las acciones que se deben llevar a cabo para mejorar la eficiencia y aplicar la economía circular.
Este es el caso del aumento de la previsión y racionalización de usos en la planificación hidrológica, correcto dimensionamiento de las plantas en el tratamiento del agua en la potabilización, la detección de fugas en la etapa del suministro, la modernización de los sistemas y la compensación en el consumo, el drenaje urbano sostenible para que el agua sea conducida por el alcantarillado o la búsqueda de aplicaciones de materia prima secundaria entre las operaciones de vertido y depuración.
Además de dichas acciones, en la gráfica también se tiene en cuenta las interacciones con otros sectores como el energético y el de residuos. El primero de ellos, se señala mediante el símbolo +E, y podemos observarlo, por ejemplo, en la generación de energía hidroeléctrica durante la captación, la implantación de microturbinas durante el suministro, el alcantarillado, la depuración o en la llegada al mar. También aparecen marcados, pero esta vez con –E, los momentos de menos eficiencia, invitando a la reflexión sobre cómo compensar estos aspectos.
Con estos puntos, se demuestra que la economía circular implica necesariamente la colaboración multisectorial ya que ayuda a aumentar la eficiencia e identificar momentos en el que las actividades de unos, pueden ser aprovechadas por otros.
La base para entender las barreras del agua en la economía circular
La interacción con el sector residuos, por su parte, se señala en la gráfica en color naranja y aparece en casos como la creación de lodos en la depuración y en la salmuera con desalación. De esta forma, el desecho o pérdida de efectividad sería, por tanto, prácticamente nula, obteniendo más beneficios para el ser humano.
Como vemos, con esta gráfica, el grupo de Conama consigue una visión holística del ámbito que sirve como base para entender los problemas a los que se enfrenta el sector hidráulico en la economía circular: la necesidad de más innovación, de financiación, de un marco regulatorio completo y de la colaboración intersectorial.
Dichos aspectos, debido a su envergadura e importancia son tratados en profundidad en el documento elaborado por el grupo y que puede consultarse a continuación.