El grupo de trabajo ‘Agua y economía circular’ de Conama propone una serie de indicadores básicos y estratégicos para medir el resultado de los proyectos llevados a cabo en este ámbito y fortalecer así su percepción positiva ante la sociedad
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la economía circular es la falta de indicadores que muestren el resultado de su aplicación. Este aspecto es especialmente notable en el sector del agua, generando desconfianza y dificultando la puesta en marcha de nuevos proyectos de innovación.
Ante este desafío, el grupo de trabajo Agua y economía circular de Conama ha elaborado un informe donde, además de analizar el estado de este ámbito en España, propone una serie de indicadores básicos y estratégicos que ayuden a mejorar la medición de los resultados en este ámbito.
Dichos indicadores abarcan las distintas fases del ciclo del agua (tanto natural como urbano) y las diversas facetas de la economía circular. Por lo tanto, podemos diferencias entre indicadores de: captación, de abastecimiento, de uso de agua, de saneamiento y reutilización y de estado ambiental; tal y como se describe en el siguiente esquema.
Indicadores de captación
Los indicadores de captación pretenden que se ofrezca información sobre cómo se asignan, entre los usuarios, los recursos hídricos recogidos a través de las distintas instalaciones y equipamientos. De esta forma, al conocer los usos y orígenes del agua, se puede hacer un reparto más eficiente de los recursos y avanzar hacia una economía circular.
Hasta ahora, el Instituto Nacional de Estadística (INE) y otras instituciones han ofrecido estadísticas de este tipo, como por ejemplo, de la captación de agua para el abastecimiento de las redes públicas y la captación directa de agua por los sectores económicos.
En este aspecto, se hacen especialmente importantes dos indicadores para la economía circular: el porcentaje de agua captada directamente por instalaciones de los usuarios respecto al total del agua captada, para distinguir aquellos usos que no requieren un alto tratamiento; o el porcentaje de agua desalada disponible con respecto al total de agua captada, para disminuir la presión frente a otros recursos hídricos.
No obstante, hay un problema en la sistematización de estos datos, por lo que, el grupo de trabajo recomienda que se recopilen bajo una estadística común y se realice un análisis pormenorizado de cómo conseguir una mayor eficiencia en los usos y orígenes.
Indicadores de abastecimiento
En la fase de abastecimiento existen diversos indicadores que nos pueden dar una idea de la eficiencia con la que se presta el servicio. Un ejemplo de ello son los indicadores que tienen que ver con el uso de energía y materias primas utilizadas en los procesos de tratamiento de agua; indicadores sobre los que, hasta la fecha, no hay estadísticas oficiales.
Estos permitirían al sector conocer aspectos como la cantidad de energía utilizada por metro cúbico de agua, el porcentaje de energía procedente de fuentes renovables y verdes, la cantidad de energía generada o la huella de carbono. También serían importantes los indicadores sobre el uso de recursos naturales en el tratamiento de agua, como por ejemplo, la cantidad de productos químicos por metro cúbico de agua tratada.
Otro punto en el que existe un amplio margen de mejora es la difusión de información relativa a la inversión y renovación en las infraestructuras del ciclo del agua. Aunque cada vez hay un mayor esfuerzo por parte de las grandes empresas en proporcionar esta información, las dificultades son mayores en las pequeñas y medianas empresas debido a la falta de medios personales y económicos.
Indicadores de uso del agua
Para avanzar en la economía circular, es indispensable establecer indicadores precisos que midan la evolución del uso del agua. En este caso, el grupo no se refiere tanto a las estadísticas que indican el volumen de agua utilizada por habitante, si no a la falta de datos del uso del agua por sector económico.
Aunque con un objetivo similar, se creó la denominada “huella hídrica”, indicador que buscar conocer la cantidad de agua utilizada para la fabricación de un producto, lo cierto es que su medición todavía debe madurar y consolidarse, ya que aún no arroja datos oficiales.
Por todo ello, en el documento se hace referencia a que las administraciones públicas y el sector del agua en general deben hacer mayores esfuerzos de transparencia y visibilidad para aunar enfoques y metodologías. Esto permitiría crear una única estadística oficial que establezca comparativas en tres dimensiones básicas: sectorial, geográfica y temporal.
Indicadores de saneamiento y reutilización
El ámbito del saneamiento y la reutilización es uno de los que más indicadores y estadísticas tiene, pero aún falta tratar aspectos importantes. Por ejemplo, según indica el comité de expertos, no existen estadísticas sobre el volumen y porcentaje de agua tratada y reutilizada en las propias instalaciones (principalmente industriales) que serían útiles para medir la circularidad de los recursos hídricos.
Tampoco existen registros oficiales que permitan ver su evolución de los procesos de gestión de agua residual y su comparación con otras alternativas. Por ello, el grupo propone elaborar unos que midan el uso de energía y de materias primas por unidad de agua residual tratada y reutilizada con el objetivo de potenciar el nexo agua-energía en la economía circular.
Indicadores del estado ambiental de las aguas
Por último, no se debe olvidar que una de las finalidades de la economía circular es reducir los impactos ambientales, además de permitir restituir y regenerar el capital natural.
Algunos de los indicadores anteriormente citados hacen referencia directa o indirectamente al estado cuantitativo de las masas (a través, por ejemplo, de la captación o el uso de agua) y también puede encontrarse información al respecto en los Planes Higrológicos de Cuenca.
A pesar de ello, nuevamente la dispersión de la información entre las diferentes estadísticas e indicadores, complica una visión más general y un análisis más determinado de cumplimiento de los objetivos ambientales de la aplicación de la economía circular en el agua.