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Hacia el 2020: Logros y retos de las políticas de economía circular de la Unión Europea

Conama presenta el informe La política europea en materia de economía circular el próximo 18 de diciembre en el lanzamiento de iAguaMagazine 25 (Roca Madrid Gallery​: Calle José Abascal 57, Madrid)

 

El 2020 es, para muchos sectores, el año límite para comenzar a  implantar medidas que nos hagan avanzar en el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Una de las hojas de ruta utilizadas para guiar esta transformación ha sido el Plan de acción para una economía circular (2015-2020) de la Unión Europea que, aunque ha sentado un importante precedente, también han evidenciado que todavía queda mucho por abordar.

Con el objetivo de hacer balance sobre el éxito de sus medidas y poner el horizonte en qué se necesita en el nuevo plan europeo, Conama ha elaborado el informe La política europea en materia de economía circular  que será presentado por su autor, Eduardo Perero, el próximo 18 de diciembre en el lanzamiento de iAgua Magazine 25 (Roca Madrid Gallery​: Calle José Abascal 57, Madrid).

Este documento forma parte del proyecto Agua y economía circular de Conama y de una de las principales líneas de trabajo que la Fundación ha llevado a cabo en los últimos años, centrada en la divulgación de la importancia de este modelo económico y productivo para la sociedad actual.

Qué es la economía circular y por qué es importante en Europa

 

La economía circular es el modelo económico que “utiliza la mínima cantidad de recursos naturales necesarios, incluidos el agua y la energía, para satisfacer las necesidades requeridas en cada momento”, describe Eduardo Perero, haciendo referencia al esquema elaborado por Conama sobre esa materia, tal y como se muestra a continuación.

Gráfica sobre como funciona la economía circular. Fuente: Fundación Conama.

Pero esto no es lo único que debe tener en cuenta. Según Perero, la economía circular también pretende que se seleccionen de forma inteligente los recursos, “evitando los no renovables y las materias primas críticas”, y favoreciendo “la utilización de materiales reciclados siempre que sea posible”, manteniéndolos en el sistema económico el mayor tiempo posible y “generando menos residuos”.

Por último, «la economía circular implica reducir los impactos ambientales, además de permitir restituir el capital natural y fomentar su regeneración», asegura Perero.

Aplicar este concepto en las economías europeas es esencial ya que, según Eurostat, el grupo de los 28 genera más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año, sin embargo solo el 11,7% del sistema es circular. En el caso de España, alcanzan los 110 millones de toneladas, es decir, 2.378 kilos de media por habitante, de los cuales al menos el 54% van a vertido, poniendo aún más a prueba la capacidad de nuestros vertederos.

Los logros: nuevas directivas en residuos y establecimiento de sectores clave

 

Consciente de esta tendencia y de la problemática de la finitud de los recursos que podría llegar a poner en jaque a las economías europeas, la Unión Europea comenzó en 2015 a hablar de forma decidida de la economía circular y adoptó el Plan de acción para 2015-2020, formado por un paquete de 54 medidas que atendía a un enfoque sistémico en todas las cadenas de valor y la priorización de acciones en algunos sectores clave.

Imagen con las fases de aplicación y los sectores prioritarios dentro del Plan de acción para la economía circular (2015- 2020) en España. Fuente: Fundación Conama

 

Los mayores logros se han visto en la aprobación de gran paquete de directivas que se traspondrán en los países miembros y que permitirá homogeneizar los criterios de aplicación y el establecimiento de los objetivos comunes.

Esto se ha hecho, especialmente en el sector del plástico, visibilizando el problema de las basuras marinas, los residuos alimentarios, la construcción y la demolición, las materias críticas, la biomasa y los biomateriales.

A pesar de ello, muchas de estas propuestas están aún en desarrollo y aquellas que sí se han podido activar requieren de avances más significativos. Las medidas pueden encontrarse detalladas de cada sector en el informe, donde además se incluyen los enlaces directos a los textos originales.

Diseño ecológico, verificación tecnológica y compra pública, aún pendientes

 

En cuanto a las asignaturas pendientes, en el ámbito de la producción, se encuentran la revisión de la Directiva sobre diseño ecológico o la puesta en marcha de forma decidida de la Verificación de Tecnología Ambiental (ETV, por sus siglas en inglés). Esta última consiste en un instrumento para ayudar a las iniciativas ambientales innovadoras a introducirse en el mercado a través de una confirmación independiente y fiable del potencial de una tecnología.

Dicho aspecto es importante ya que, en ocasiones, el desarrollo de la legislación nacional va a una velocidad menor que la innovación suponiendo barreras a su aplicación y desconfianza en los usuarios e inversores. En proyectos de sectores como el de agua, es especialmente importante  ya que, tal y como se explica en el informe Agua y economía circular de Conama, se han dado a conocer casos en los que la falta de una comunicación efectiva o la desconfianza ha producido el rechazo de la población hacia iniciativas, como por ejemplo, la reutilización de agua para el consumo humano.

CONSULTA NUESTRO INFORME SOBRE AGUA Y ECONOMÍA CIRCULAR

 

En cuanto al ámbito del consumo, aunque se han dado pasos en el fomento de la reparación de productos y en la disminución de la obsolescencia programada, aún queda mucha investigación e implantación de iniciativas que consigan revertir esta tendencia tan extendida en los últimos años, especialmente, en los aparatos electrónicos.

Se hace importante también seguir fomentando la compra pública sostenible que sirva como modelo a otras empresas y entidades y el mercado de materias primas secundarias surgidas del reciclaje.

Sectores menos tratados: movilidad, textil y adaptación al cambio climático

 

Además de lo mencionado, en el informe se explica que, en el siguiente plan europeo, se debe apostar decididamente por hacer más partícipes a las pequeñas y medianas empresas (pymes) en la transformación de una economía lineal, basada en producir, consumir y tirar, a una circular.

Las pymes son uno de los actores esenciales en la economía dado que forma más del 90% del tejido económico, sin embargo, por su visión reducida a su modelo de negocio, muchas veces no son conscientes del papel que pueden jugar dentro de sus cadenas de valor y en la activación de un modelo productivo más circular.

Otros de los sectores que sería conveniente que se integraran en una futura renovación del plan es el del sector textil, no sólo por el volumen de residuos que generan, sino por la importancia que tiene como mercado global. En el caso de España, según se vio en el informe Una visión de futuro para el sector textil , los residuos textiles son entre el 10 y 15% del material que llega a nuestros vertederos.

CONSULTA NUESTRO INFORME SOBRE EL SECTOR TEXTIL Y LA ECONOMÍA CIRCULAR

 

Cabe mencionar, también, el transporte y la movilidad como uno de los ámbitos poco valorados cuando se habla de economía circular. No obstante, este podría considerarse como la sangre del sistema económico no sólo de mercancías sino también de personas y, por lo tanto, requiere de nuevos planteamientos más circulares, especialmente, por el crecimiento del comercio online y del transporte aéreo.

Finalmente, señalar la necesidad de generar conexiones directas con otras políticas esenciales dentro de la UE y que no se pueden desligar de la política en materia de economía circular como son la política de agua, energía, la adaptación al cambio climático y la consecución de la Agenda 2030 en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.