Conama ha participado en la sesión ‘Agentes implicados en la economía circular’ del Congreso Internacional de reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) celebrado el 30 y 31 de octubre
Una copa convertida en una ventana de un restaurante, edificios rehabilitados que cobran nueva vida, una carretera elaborada con material reciclado o la carrocería de un coche transformada en el hormigón de un rascacielos. Suena a utopía, pero son algunas de las iniciativas cada vez más presentes en el día a día y que forman parte de la denominada economía circular en el sector de la construcción.
Aunque este es un campo prometedor, aún hay barreras como la falta de un marco estratégico conjunto o la implicación de todos los actores, que dificultan la puesta en marcha de nuevas acciones y la transformación del sector.
Para hacer frente a este problema, se celebró el pasado 30 y 31 de octubre el I Congreso Internacional de Reciclaje (RCD), un foro que reunió a más de 300 congresistas de 15 países, 12 sesiones temáticas y 45 comunicaciones, para impulsar la economía circular en el ámbito.
Las barreras de la economía circular en el sector de la construcción
Conama participó en la mesa redonda ‘Agentes implicados en la economía circular’ e hizo una introducción sobre lo que implica el concepto de economía circular en la construcción y aquellos aspectos que debemos tener en cuenta.
“La economía circular hace referencia al modelo económico que utiliza la mínima cantidad de materias primas, seleccionadas evitando los recursos no renovables y las materias críticas y manteniéndolas el mayor tiempo posible en el ciclo económico”, explicó el técnico de la Fundación Conama, Eduardo Perero, e hizo hincapié en la importancia de incluir el agua y la energía en este concepto.
En esta línea también intervino el director general de ANEFA , César Luaces, y afirmó que «la mejor economía circular es la que no necesita dar vueltas», ya que «se ha prevenido que no haya residuo desde el principio».
Tras esto, se expusieron algunas de las barreras que hay en el ámbito. La primera de ellas, es que más de la mitad de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) acaban en vertederos mezclados con otros elementos, lo que produce un auténtico desperdicio de un banco de materiales que podrían utilizarse en nuevas edificaciones.
Según apuntó una de las vocales de Green Building Council España, Anna Manyes, “hay que conseguir que los edificios de hoy sean la cantera del mañana” y apostar “por el reciclado y reutilización de materiales”.
“La construcción o es sostenible o no puede ser”
Otro de los problemas que se señalaron durante la sesión es la necesidad de coordinación en los sectores implicados, tanto administración como sector privado y gestores de residuos, para realizar una estrategia que abarque toda la vida de un edificio.
En este sentido, habló la responsable del departamento de medio ambiente Confederación Española de la Construcción (CNC), Begoña Leyva, que aseguró que «la construcción o es sostenible o no puede ser» y apostó por el impulso de la figura de coordinador de gestión de RCD, la igual que en otras áreas como la movilidad sostenible, pero, en este caso, para avanzar hacia la economía circular.
Por último, cerró las intervenciones el presidente de la Asociación Española de Reciclaje de Residuos de Contrucción y Demolición, Ignacio Tertre, quien defendió la importancia de poner fin a la condición de residuo de los materiales para alargar el uso y favorecer, de esta manera, la colaboración entre actores.
Al final de la sesión, los asistentes al evento hicieron referencia a la situación de los RCD en Latinoamérica y la posibilidad de que España pueda ayudar a impulsar nuevas asociaciones de este ámbito y el intercambio de conocimientos.
Como esta, se celebraron en total 70 ponencias, para escuchar, debatir y mejorar en la gestión de los RCD, que quedarán recogidas próximamente en un libro de conclusiones y propuestas de las sesiones celebradas.
