El Congreso Nacional del Medio Ambiente ha consolidado su papel como catalizador de la Transición Ecológica en la 17ª edición celebrada en Madrid del 2 al 5 de diciembre con la participación de más de 7.000 congresistas, una cifra que reafirma, una vez más, a CONAMA como el mayor encuentro ambiental de España. Este foro viene demostrando desde 1992 que la reflexión colectiva y el diálogo son esenciales para avanzar en los retos ambientales en un espacio, construido sobre la pluralidad y la colaboración.
Durante cuatro días, profesionales, empresas, ONG, universidades y administraciones hemos compartido ideas, proyectos y propuestas en un entorno neutro y respetuoso. CONAMA es más que un congreso, es un proceso vivo donde las ideas toman forma, se analizan en profundidad y se transforman en propuestas concretas gracias a dos conceptos para mi esenciales a la hora de definirnos.
En primer lugar nuestro logro es generar un clima de confianza que nos permite, como lo hemos hecho, diseccionar problemas reales, debatir sobre los obstáculos y también, lo más importante, proponer soluciones. Esta característica es imprescindible para que lleguemos al segundo concepto que nos retrata: la importancia de las conexiones. Efectivamente como en la naturaleza, aquí las interacciones son fundamentales y como decía nuestro Presidente de Honor, Gonzalo Echagüe, «CONAMA no es la suma de sesiones, es algo más, es un ecosistema que acelera y refuerza las conexiones.» Esas conexiones son las que permiten, como me señalaba un congresista que «en una sola mañana, he desatascado tres problemas que llevaba arrastrando meses» o que otro afirmará que “CONAMA es como colarse en una reunión privada de trabajo, pero con 200 personas presentes”.
Esta “magia”, creo que el término responde perfectamente a la percepción que transmite a sus congresistas, solo es posible gracias al tejido — que denominamos CONAMA Conocimiento— que sustenta este encuentro: los cuarenta y cinco comités técnicos en los que participan más de mil doscientos profesionales. Con autonomía absoluta, desde la pluralidad y el rigor técnico, estos grupos de trabajo, de encuentro y aprendizaje definen el grueso del programa, consensuan los temas de cada sesión o mesa de debate y acuerdan los ponentes (casi ochocientos esta edición), moderadores e invitados. Comprobar como en cada edición se incrementa esa participación, como se consolida esa red de conocimiento, refuerza nuestro compromiso de seguir facilitando este foro como un lugar donde la sostenibilidad es el eje para construir soluciones colectivas.
A las cifras ya mencionadas sobre la participación, miembros de los comités técnicos o número de ponentes, podemos destacar también la de las 114 actividades llevadas a cabo, las cerca de 450 horas de debate, los 629 estudiantes que han asistido confirmando el interés de los jóvenes por nuestro ámbito o las 321 comunicaciones técnicas recibidas; cifras que ayudan a comprender lo que es CONAMA, más allá de su filosofía y su ADN.
CONAMA 2024 comenzó mucho antes de su inauguración. Sí, más de un año de trabajo colectivo precedió a los debates y actividades celebrados en diciembre, destacando el informe Barómetro CONAMA cuya presentación en el mes de junio marca el inicio de esta edición, recogiendo las opiniones de decenas de profesionales sobre las prioridades ante el reto que tenemos planteado, como base para la selección de los temas del programa técnico.
Un proceso que no termina aquí
Tras la celebración del congreso, el trabajo continúa. En las próximas semanas recopilaremos los resultados, ideas y propuestas surgidas en los comités y ponencias para generar informes detallados que sigan nutriendo el conocimiento compartido. Este esfuerzo refleja el mencionado propósito de CONAMA ser un espacio donde la reflexión trasciende, para mejorar el conocimiento en los temas clave identificados por el sector y enriquecer la participación y la sensibilización para avanzar en los principales retos ambientales.
A quienes han formado parte de CONAMA 2024, gracias por demostrar que los retos ambientales no son solo desafíos, sino también oportunidades para avanzar en conjunto. Seguiremos trabajando en esta misión compartida y os esperamos en las próximas iniciativas, como CONAMA Local y CONAMA 2026.
Inaugurábamos el congreso defendiendo la importancia de la ciencia, de los datos, de la información objetiva, “porque solo con conocimiento podemos prever, trazar tendencias y diseñar soluciones” y lo cerrábamos recordando que “este bagaje no será suficiente si no conectamos con la Tierra y fortalecemos nuestras raíces”. Creo que si queremos superar la “maldición de Casandra” —esa condena a que nuestras advertencias no sean escuchadas—, tenemos que ir más allá de la ciencia. Necesitamos raíces, empatía y personas que conecten.
Alicia Torrego
Directora Fundación Conama
