Se estima que entre el 10 y 15% del material que llega a los vertederos es residuo textil, siendo uno de los flujos más importantes en España. En este sentido, el comité técnico sobre residuos textiles de Conama publica un informe sobre la situación de este ámbito y los desafíos a los que deberá hacer frente en los próximos años
La industria textil es uno de los sectores económicos que más impactos ambientales general en el planeta, tanto en su producción, debido a la contaminación de aguas y suelos, como en su posterior consumo y desecho. Tan solo en España, se estima que entre el 10 y 15% del material que llega a los vertederos es residuo textil, siendo uno de los flujos más importantes que aún no posee una regulación o estrategia específica a nivel nacional. Esto, no solo complica el tratamiento y reutilización de estos materiales, sino también la consecución de los objetivos de la Directiva Europea de Residuos que busca limitar el vertido municipal al 10% en 2035.
Para hacer frente a este reto, el comité técnico sobre residuos textiles del Congreso Nacional del Medio Ambiente 2018 (Conama 2018) ha publicado el informe ‘Una visión de futuro para el sector textil‘, un documento detallado sobre el desarrollo de este ámbito en España, las oportunidades que presenta y los desafíos a los que se enfrenta el sector textil y de residuos para avanzar hacia la economía circular.
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Algunas de las medidas que se proponen en el informe se encuentra la aplicación de la jerarquía de residuos, el impulso de la innovación y el ecodiseño en las prendas, el desarrollo de una regulación más restrictiva, el establecimiento de un sistema de información que aporte datos fiables sobre el tratamiento de residuos y, por último, el fomento de la concienciación ambiental y social los consumidores.
Este documento se nutrió del debate diseñado por el comité durante Conama 2018, en la que tuvo lugar un interesante diálogo entre los principales agentes del sector.
La prevención es el reto más importante
El primer problema que se plantea en el estudio es precisamente la gran cantidad de producción de residuos que se generan a lo largo del año y la dificultad de su recogida y tratamiento. Según observa el comité técnico de Conama, para tratar esta situación, se debería aplicar, al igual que en el resto de flujos de residuos, la jerarquía de residuos.
Este concepto se basa en cinco estamentos, siendo el primero de ellos, la prevención de residuos textiles a través de la incentivación de la producción sostenible, el fomento del ecodiseño y la aplicación de normativas más restrictivas.
De esta forma, se pretende reequilibrar los costes de la producción sostenible frente a la insostenible, animando a las empresas a utilizar la primera opción desde el comienzo. Además, se pretende fomentar la concienciación del consumidor para que se frene el consumo acelerado de ropa, se apueste por la selección de ropa con materiales sostenibles a través de etiquetado correcto, y se opte por ropa de más calidad que prime la durabilidad.
Los residuos textiles, una oportunidad para la creación de empleo
Tal y como explica el documento, tras la prevención de los residuos textiles, la jerarquía de residuos contempla la reutilización y la preparación para la reutilización. En este ámbito, tienen un papel esencial medidas como el aumento de puntos de recogida, de contenedores por habitante y colaboración entre la administración y las entidades ligadas a la recogida, selección y tratamiento de residuos textiles.
Fomentar esta fase no solo ayuda a que las prendas se mantengan más tiempo en el sistema a través de los mercados de segunda mano, sino que también pueden impulsar el empleo local. Tanto es así, que siguiendo algunos estudios europeos, el sector del residuo textil, podría llegar a crear 120.000 empleos nuevos.
Innovación y ecodiseño para facilitar el reciclaje de tejidos
Cuando no se ha podido prevenir el residuo o este no se puede reutilizar, según explica el comité de expertos, se debe plantear el reciclaje de las prendas. Sin embargo, esta medida no está muy consolidada debido a la mala calidad de la ropa de los últimos años y la falta de soluciones a la heterogeneidad de tejidos.
En este punto, se recomienda el apoyo a la innovación en la producción de las prendas y la introducción de materias primas recicladas cuando sea técnicamente viable para evitar el uso de más materias primas y evitar residuos.
Asimismo, se ha debatido en el seno del Comité, la conveniencia o no de la aplicación de la figura de la responsabilidad ampliada del productor en este flujo de residuos y las formas de aplicación, con el objetivo de que sean las propias empresas textiles las que se hagan cargo de los costes asociados a su gestión.
Cambio de papeles: la valorización energética y vertido como última opción
Hasta ahora, la valorización energética, y el vertido han sido las primeras opciones para las prendas textiles. Con este informe se plantea un cambio de mentalidad en este aspecto, por lo que siguiendo la jerarquía de residuos, estas pasarían a ser la última opción.